18 de septiembre de 2025.– La portavoz del Partido Popular (PP) en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria, Jimena Delgado, anunció hoy que su grupo político ha puesto en marcha una estrategia administrativa para exigir la retirada inmediata de la réplica de la Carabela La Niña III, situada en la trasera del Parque Santa Catalina, junto al Museo Elder.
Delgado explicó que la iniciativa responde a la inacción de la alcaldesa, Carolina Darias, que pese a las reiteradas advertencias ha permitido que la estructura, en estado de ruina tras el incendio sufrido en mayo de 2023, siga representando un riesgo grave para vecinos, turistas y especialmente para las personas que pernoctan en su interior.
“Estamos ante un barco quemado, con maderas carbonizadas y sin control de accesos. El propio informe técnico concluye que la conservación estructural es inviable y que procede su retirada. Sin embargo, el Ayuntamiento se ha limitado a dejar pasar el tiempo, en una de las zonas más transitadas y turísticas de la ciudad”, denunció la portavoz popular.
El escrito registrado por el Grupo Popular solicita la adopción de medidas urgentes, como el vallado integral, el precinto, el desalojo asistido de quienes ocupan el interior y, finalmente, el desmontaje controlado de la estructura. Todo ello amparado en la legislación vigente en materia urbanística, de patrimonio y de contratación pública, que habilita incluso la contratación de emergencia en caso de peligro inminente para las personas.
Jimena Delgado recordó que la titularidad de la carabela corresponde al Cabildo de Gran Canaria, pero que el Ayuntamiento, como cesionario, es el responsable de su mantenimiento y de garantizar la seguridad. “Lo que no puede hacer la señora Darias es esconderse detrás de excusas competenciales mientras mantiene un foco de inseguridad en pleno corazón turístico de Las Palmas de Gran Canaria”, subrayó.
La portavoz popular advirtió de que, si el grupo de gobierno persiste en su pasividad, el PP acudirá a la vía contencioso-administrativa para denunciar la inactividad municipal y reclamar medidas cautelares inmediatas. “No se trata de estética ni de imagen, sino de seguridad ciudadana. El Ayuntamiento tiene la obligación legal y moral de actuar ya, antes de que tengamos que lamentar una desgracia”, concluyó Delgado.
El incendio que afectó a la carabela se produjo en mayo de 2023, dañando de forma irreversible gran parte de la estructura de madera. Aunque el casco conserva la forma, los informes técnicos señalan que la madera quedó profundamente alterada por el fuego, lo que provoca riesgo de desprendimientos, cortes y colapso de piezas. Desde entonces, el Ayuntamiento no ha promovido ninguna actuación efectiva para restaurar la seguridad en la zona.
Delgado añadió que la carabela es un ejemplo más del descuido generalizado de la ciudad bajo el gobierno socialista, que no solo desatiende problemas de seguridad graves, sino que tampoco muestra interés en preservar la imagen turística de Las Palmas de Gran Canaria. “Los vecinos padecen un Ayuntamiento lento, ineficaz y más preocupado por tapar los problemas que por solucionarlos. La realidad que ven los visitantes cuando llegan a nuestra ciudad es abandono, suciedad y desidia institucional”.


